El 3 de Octubre de 1973 se jugó en Atocha, dicen los que estuvieron, el mejor partido de la historia del viejo campo de Egia.
La Real llegaba tras haber perdido por 3-0 en el mítico San Siro pero para el partido de vuelta la ciudad entera se conjuró para dar la vuelta al marcador, cosa que estuvieron a punto de hacerlo, finalmente el partido lo acabó ganando la Real con 2 goles de Satrústegui.
El ambiente debió de ser espectacular según el 9 pamplonés
"Por muchas palabras que se digan, no se puede relatar exactamente lo que se vivió allí" "El Inter era un equipazo, vinieron aquí y estuvimos a punto de eliminarles. El partido de Atocha es el que tengo más marcado en toda mi trayectoria deportiva"
Leyendo los comentarios de la prensa italiana me llama la atención una crónica del periodista Giorgio Gandolfi de La Stampa de Turín, hablando exclusivamente de los incidentes que se produjeron, antes, durante y después del partido.
El titular del artículo es "Caza al seguidor italiano en las calles de San Sebastián"
Antes de la paliza deportiva en el campo, el vergonzoso ataque a los aficionados nerazzurri y también a algunos periodistas sometidos a una verdadero secuestro por parte de unos pocos cientos de aficionados vascos inmediatamente después del final del encuentro entre la Real y el Inter.
la crónica comenta las palabras del mítico jugador interista, entonces dirigente del club, Sandro Mazzola:
"Sólo una vez había visto tantas botas puestas juntas." "Era en Argentina en la final de la Copa Intercontinental entre nosotros y el Independiente. Entre los dos partidos sólo había una diferencia, allí en Argentina, ¡También dispararon!"
Al final del partido, el equipo fue sitiado en el vestuario y sólo una hora más tarde fue capaz de evitar los hooligans que estaban esperando (querían vengar la humillación sufrida por algunos aficionados españoles en San Siro )
El autobús que transportaba a un grupo de aficionados fue apedreado, uno de los cristales fue completamente destrozado: entonces comenzó la caza de los italianos entre ellos periodistas ... después de la toma de un carrete a un fotógrafo del 'Guerin Sportivo', el autobús (ya era casi la medianoche) fue capaz de salir de San Sebastián hacia Biarritz. Fueron momentos de tensión: la policía nunca intervino. La más mínima chispa hubiera bastado para hacer estallar y causar un grave incidente. No lo hubo, por suerte, pero no hay duda que después de Budapest (Torino) y Enschede (Juventus), el fútbol italiano ha vivido otra triste y trágica jornada.
Del partido no dice prácticamente nada, salvo en la frase inicial.
En el partido de ida en San Siro los aficionados txuriurdines recibieron un trato poco cariñoso, las crónicas cuentan que les tiraban globos llenos de orina, el partido en Atocha fue bastante bronco por parte italiana, llegando a sacar 6 tarjetas amarillas, algo nada habitual en aquellas épocas, evidentemente nada justifica el comportamiento de una parte de la afición realista en aquel partido.
Tweet